Spa: La gran mentira social.

En mi corto paso por la ciudad de Victoria, Entre Rios, estuve hospedándome en un hotel el cual poseía variedad de actividades y servicios. Entre ellos, un spa. 
Mi mamá, influenciada por su deseo consumista, pidió dos turnos (uno para mi y otro para ella) de limpieza facial. Mis reacciones fueron tres:
- Percatarme de la indirecta 'Tenés la cara fea'
- Poker face
- Y pedir 'Que vaya Josefina'.
Como mi hermana (Josefina) es muy chiquita no podía ir, así que terminé yendo yo igual. Larecalcadaputaquelosparió.
 Le comenté a mi mamá mi mayor temor: Que me hagan masajes (Lo detesto profundamente, no tolero la idea de gente tocando y amasando mi cuerpo, es asqueroso y para nada relajante). Ahí fue cuando ella me dijo que 'no me van a hacer masajes; que sólo van a lavarme la cara'

wait, wait, wait REWIND
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¿Realmente estamos pagando una suma de $100 para que nos laven la cara?  

¡¡¡EN MI CASA LO HAGO GRATIS!!! Es estúpido, no tiene sentido. ¿Dónde tiene la cabeza la gente? Es la estafa más grande de la que fui parte.
En fin, fui al dichoso Spa a hacerme la dichosa limpieza facial (alias, la dichosa lavada de cara).
Entré a una habitación toda blanca. Sonaba una melodía instrumental e invadía un empalagoso aroma a flores y naturaleza. Había una camilla y un estante lleno de frasquitos con contenidos misteriosos.
Me recosté en la camilla, como me pidió la minita ésta que me iba a lavar la cara. La chica me corrió el flequillo de la cara (Repito: Detesto los spa) y procedió a untarme un crema X en el rostro.
...Estaba helada... Hacían 4 grados.... Reacción mental:
                                              

Después de retirarme la, llamemoslá, crema helado; me pasaron agua.
Más agua
Ahora agua caliente
Ahora agua fría
Más agua.
EL AGUA SE GASTA, NO SABEN?
Después de haber pasado una cantidad de agua equivalente al océano índico por mi rostro, la minita agarró un pincel y un frasquito con otra crema X y siguió experimentando con mi cara.
Esta vez, la crema era distinta. Era oscura. Bastante espesa. Y olía bien... Muy bien. Tenía un olor familiar. Olor a... ¡¡CHOCOLATE!! 
A mi tercer intento de tratar de comerme la crema, la chaboncita se rio y dijo ''Es chocolate, pero no lo podés comer''
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Están diciendo que tengo chocolate hasta el cuello, literalmente, y no lo puedo comer. NO lo puedo comer. NO lo puedo ingerir. ¿Osea, es en serio? Chocolate en mi cara y NO lo puedo comer ¿Enserio?

Te ganaste mi fucking odio.

Quedó el chocolate desparramado por  t o d a  mi cara durante media hora (No podía comer) y, de mientras, me taparon los ojos con algo que todavía no me dijeron qué era y, acto seguido, me hicieron masajes. Reacción mental:
"LA CONCHA DE LA LORA"
Cómo detesto los masajes. Es lo peor que pudieron haber inventado. No relajan, son molestos, duelen SOCIEDAD MASOQUISTA. La bronca que le agarré a la minita fue increíble.
Después de un tiempo largo dónde la minita estuve amasando mi rostro, martillando mi cabeza y sonaba esa puta música 'relajante' que empezaba a colapsarme las neuronas, todo cesó. La chaboncita soltó mi cara, me limpió el chocolate y me dejó ir.

Expectativas: Relajación, Estimulación y rejuvenecimiento del rostro.
Realidad: No te relaja una mierda, es mentira. Te queda toooda la cara doliendo. ¿Rejuvenecer? PARA QUÉ, tengo 16 años, NO necesito rejuvenecer. Y eso de que te limpia la cara es cualquiera, porque doy fe que cuando salí tenía un grano más que cuando entré.

Conclusión: El spa en la mentira social más grande del universo. Te prometen paz y relax, pero salís con un deseo asesino incontrolable. Si vas, sos lo más pete que existe. Más que yo aún. Y eso es mucho... Te lo dice Higado.