viernes, 13 de abril de 2012

 Juana sale a correr por la plaza. Está entrenando para la maratón.
Ayer mientras corría, se chocó con Clarissa, quien del impacto calló redonda al piso, junto a su bolso con bordado de elefantes que tan bien llevaba combinado con sus aretes. Juana la ayudó a levantarse, pidió perdón y siguió su rutina.
Clarissa la miró alejarse, dudando si pedirle o no que le atara los cordones que se le habían desatado. Desistió de ello, no estaba tan lejos de casa.

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